Publicado originalmente en OMIWORLD.ORG

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por Luis Ignacio ROIS ALONSO, OMI, Superior General

El p. Luis Ignacio ROIS ALONSO, O.M.I., Superior General, nos invita a meditar en este tiempo de Adviento, siguiendo el ejemplo de la Santísima Virgen María en su camino de fe y esperanza hacia el nacimiento del Niño Jesús. Asimismo, nos informa sobre el desarrollo de las misiones Oblatas en Zimbabue y Botsuana, enfatizando los retos y las bendiciones que enfrentan en su labor de fortalecer su presencia en la sociedad y dentro de la Iglesia local.

Durante estos días pienso en cómo María vivía su Adviento, preparándose para el nacimiento de su Hijo, que ya llevaba meses en su seno. Es la humilde hija de Nazaret que sirve a Isabel y, más tarde, camina con José hacia Belén. Ella siente con toda su fuerza la novedad de Aquel que nacerá, Jesús, el Salvador, y lo experimenta en su vida cotidiana, acogiendo la Palabra y la vida. Así va creciendo en ella la esperanza.

En mi visita a la familia carismática de Zimbabue y Botsuana he podido dar gracias a Dios por el carisma encarnado en estas dos misiones y, a la vez, ha surgido en mí un fuerte sentimiento de esperanza hacia un futuro inmediato. Son dos misiones llamadas a afrontar con decisión los retos del crecimiento, estableciendo las estructuras necesarias para ser más significativas en la sociedad y la Iglesia local, sirviendo siempre a los más pobres, fortaleciendo la vida comunitaria y misionera, promoviendo las vocaciones locales y haciendo crecer nuestra familia carismática, organizando, acompañando y caminando con los grupos de laicos. Todo esto se vive desde la fidelidad a nuestras Constituciones y Reglas, en este año Jubilar que también nos anima a vivirlas con más intensidad.

Gracias a todos los oblatos y laicos de Zimbabue y Botsuana por su acogida y su “SÍ” a hacer realidad el carisma en su tierra. Gracias a todos los que han acompañado con su oración e interés esta peregrinación.

Continuamos caminando juntos desde nuestra oración y nuestra misión cotidiana. Gracias por sus oraciones, que me acompañarán en la peregrinación de esperanza en comunión que haré en los próximos días en la más joven unidad de la Congregación, la Misión de Ghana. Con los oblatos allí presentes celebraré, Dios mediante, el Nacimiento de Jesús, esperanza y paz para todos los pueblos, y con ellos daré los primeros pasos en este año Jubilar. Feliz Navidad a todos, y que el Señor nos conceda la gracia y la paz.