The Missionary Oblates of Mary Immaculate serve poor and abandoned people in the United States and 70 countries around the world.

El Fundamentalismo Religioso: Un Desafío para la Paz Global

Publicado originalmente en OMIWORLD.ORG

Presione aqui para leer en Ingle

por Eugene BENEDICT, OMI, Consejero General para la Región de Asia-Oceanía

Etimológicamente, el fundamentalismo implica un regreso a los principios básicos de cualquier cosa. A primera vista, puede parecer un esfuerzo por preservar las verdades originales frente al liberalismo y los cambios sociales. Sin embargo, el fundamentalismo religioso se ha vuelto universal, representando una amenaza significativa para todas las tradiciones religiosas. A menudo obstaculiza la difusión de valores religiosos auténticos y ha contribuido al malestar y la destrucción de la paz en muchas partes del mundo.

¿Qué Define al Fundamentalismo?
Algunas características clave nos ayudan a comprender la naturaleza del fundamentalismo:

  1. Adherencia Rígida a las Creencias: Los fundamentalistas siguen ciegamente creencias y prácticas antiguas, resistiendo cualquier intento de modernizarlas o interpretarlas a la luz de la realidad actual.
  2. Idealización de una Perspectiva: Una mentalidad fundamentalista tiende a elevar un solo punto de vista como la verdad absoluta, juzgando a todas las demás perspectivas como inferiores o erróneas.
  3. Cierre al Diálogo: Los fundamentalistas suelen rechazar otras formas de ver las cosas, creando una visión del mundo rígida y excluyente.
  4. Enfoque en Mantener el Orden Social: Los fundamentalistas a menudo se preocupan por preservar un orden social específico, típicamente vinculado a estructuras de poder que se benefician al mantener las cosas como están.
  5. Miedo al Cambio: En su núcleo, el fundamentalismo se alimenta del miedo: el miedo a perder valores antiguos, costumbres establecidas y la estabilidad de un conjunto rígido de creencias. Suele surgir como una reacción ante cambios sociales o culturales rápidos, ofreciendo certeza y seguridad en un mundo incierto.

Las Diferentes Caras del Fundamentalismo
El fundamentalismo puede tomar muchas formas, dependiendo de las ideologías que busca proteger:

  • Fundamentalismo Cultural: Defiende una visión exclusiva de la identidad cultural y resiste cualquier influencia externa.
  • Fundamentalismo Económico: También conocido como fundamentalismo de mercado, sostiene los principios de oferta y demanda, ganancia y pérdida como los valores supremos, ignorando a menudo las consecuencias éticas o sociales.
  • Fundamentalismo Político: Implica la imposición de una única ideología política, a menudo suprimiendo todas las demás, como se ve en los regímenes autoritarios.
  • Fundamentalismo Religioso: Quizás el más conocido, este tipo de fundamentalismo afirma una religión mientras rechaza a las demás como falsas. A menudo conduce a la intolerancia, la exclusión y, en casos extremos, a la violencia.

Una Amenaza Creciente
El fundamentalismo religioso, en particular, plantea una amenaza única. No solo pone en peligro la autenticidad, sino que también desestabiliza a la sociedad. Lo que comenzó como un movimiento para proteger la fe de los peligros percibidos del liberalismo, se ha transformado en una actitud rígida y hostil hacia quienes sostienen creencias diferentes.

Los fundamentalistas a menudo se ven a sí mismos como los únicos guardianes de las verdades antiguas, reclamando ser los representantes de la esencia de su fe. Sin embargo, esta mentalidad deja poco espacio para el diálogo o la colaboración. Irónicamente, aunque el fundamentalismo apela al pasado, es un fenómeno moderno, que surge como reacción a la secularización, un desafío relativamente reciente.

¿Cómo Debemos Responder?

Los estudiosos interreligiosos coinciden ampliamente en que las enseñanzas centrales de todas las grandes religiones son universales. La mejor manera de superar el fundamentalismo es abrazando y practicando estos valores. Al regresar a los principios auténticos de nuestra fe, podemos contrarrestar las tendencias rígidas y excluyentes que caracterizan al fundamentalismo. El Papa Francisco nos recuerda que el diálogo entre religiones no se trata solo de diplomacia, sino de construir un mundo justo juntos. Frente al desafío del fundamentalismo, recordemos nuestro llamado a estar “cerca de la gente”, de toda la gente. Podemos trabajar por la unidad mediante el diálogo y enfocándonos en lo que nos une. Al abordar el fundamentalismo, no solo estamos preservando la paz, sino que estamos viviendo nuestra misión como Oblatos de María Inmaculada.

<