En la Lucha por la Justicia: Los Oblatos en la Crisis Venezolana

Publicado originalmente en OMIWORLD.ORG

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por Javier ÁLVAREZ, OMI

Quince días después de las elecciones en Venezuela, el país sigue atrapado en la incertidumbre. Los ciudadanos, deseosos de un nuevo comienzo, votaron con determinación.

El Pueblo Venezolano se Alza en Defensa del Voto

Somos testigos de un pueblo que, fiel a su vocación democrática, busca resolver sus problemas a través del voto. Masivamente, los venezolanos eligieron una opción distinta a la que hoy gobierna el país. Sin embargo, el gobierno se niega a reconocer estos resultados, manipulando tanto el poder electoral como el judicial para imponer un resultado favorable a sus intereses.

Unidos por el Deseo de Cambio

Muchos de nosotros éramos escépticos, pensando que esta elección nunca se llevaría a cabo, dado que era evidente que el gobierno perdería. Pero el proceso continuó, y el día de las elecciones llegó con una ciudadanía animada y decidida a cambiar su destino en las urnas. Aquel día se convirtió en una fiesta: una multitud alegre, unida por el deseo de cambio, se reunió con la esperanza de que, tras tanto sufrimiento, las familias pudieran volver a estar juntas.

Todos los resultados preliminares que conocimos, proporcionados por diferentes miembros de mesa, indicaban una victoria aplastante de la oposición, con cerca del 70% de los votos. Estos mismos resultados fueron recogidos en las actas emitidas por las máquinas electorales y compartidos en internet para que todo el mundo pudiera verlos. Sin embargo, el gobierno publicó sus propios resultados, sin presentar actas que los respalden, aprovechándose de su control sobre un Consejo Nacional Electoral que dista mucho de ser independiente.

El Gobierno Manipula el Proceso Electoral

Frente a este burdo y evidente fraude electoral, el pueblo salió a las calles a protestar, encontrándose rápidamente con la violenta represión del gobierno, que ya ha dejado 24 muertos y cerca de 2000 detenidos. Con cada día que pasa, aumenta el riesgo de persecución, arresto o deportación. Varios miembros de nuestras comunidades se encuentran escondidos por haber participado en el proceso democrático, ya sea como miembros de mesa o como recolectores de actas.

La Respuesta Oblata a la Crisis

Los oblatos permanecemos tranquilos, asistiendo espiritualmente a nuestras comunidades, consolando a este pueblo sufrido al que se le quiere arrebatar incluso la dignidad. Algunos de nosotros hemos participado en marchas junto a la comunidad; ofrecemos momentos de oración, y las eucaristías continúan realizándose con una gran afluencia de fieles, incluso a diario, quienes buscan ánimo y fortaleza. Nuestros feligreses agradecen los gestos y las homilías que les ayudan a seguir adelante, a pesar de que el horizonte parece amenazado por tormentas.

Tenemos la impresión de que este gobierno, totalmente deslegitimado y debilitado, no puede sostenerse por mucho más tiempo. Sin embargo, los intereses de terceros países (Cuba, Rusia, China…) y la falta de contundencia por parte de los países democráticos podrían perpetuar este régimen, convirtiéndolo en una dictadura tiránica completa.

El desánimo cunde entre los venezolanos, y se prevé que, si la situación no cambia, seremos testigos de un éxodo aún más masivo de familias huyendo del régimen. Con ellos rezamos, pidiendo al Señor que se respete la soberanía popular para lograr la paz y el bien común.

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