Un Verano de Inspiración: Escolásticos Oblatos en Aix-en-Provence
Aix-en-Provence
Publicado originalmente en OMIWORLD.ORG
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por Bonaventure IKYOHIA, OMI
Del 4 al 26 de julio de 2024, escolásticos de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada, de tres casas de formación (IRS, OBRA y San Antonio), se reunieron en Aix-en-Provence para una experiencia que cambiaría sus vidas.
Durante tres semanas, redescubrieron su vocación en un entorno rico de historia y espiritualidad oblata.
Aix-en-Provence, “La Tierra Santa Oblata”
Conocida como “la Tierra Santa Oblata,” Aix-en-Provence, con sus calles adoquinadas y su rica historia, fue el escenario perfecto para que los escolásticos se adentraran en la vida de San Eugenio de Mazenod. Desde su casa natal hasta la antigua prisión donde ejerció su ministerio, cada lugar les permitió conectar con la figura del fundador de una manera profunda. Siguiendo los pasos de Eugenio, desde su infancia hasta su regreso tras el exilio, los escolásticos sintieron la fuerza y la pasión que aún resuenan en la misión oblata.
Una comunidad más unida y empática
Las jornadas estuvieron llenas de diálogos sinceros y reflexiones comunitarias. Hablaron de la importancia de la oración, la vida en comunidad y los votos de pobreza, obediencia y castidad que definen su vocación. El estudio de las primeras Constituciones y reglas les permitió conectar con el núcleo de su misión, reforzando ese amor que caracteriza a cada oblato. Compartieron historias personales de fe y vocación, venidos de contextos diversos, creando una comunidad más unida y empática.
El misterio de la cruz y la oblación
La oración y la reflexión diaria fueron el corazón de esta experiencia. Cada día, profundizaron en el misterio de la cruz y la oblación, encontrando una renovada claridad y propósito. Esta rutina espiritual les brindó una energía renovada y un compromiso revitalizado. También pudieron visitar lugares emblemáticos como Saint Laurent de Verdun, Barjols, St. Maximin y Marsella.
Un compromiso con el servicio y la evangelización
El 21 de julio, animaron la misa de las 9 de la mañana en la iglesia de la Misión, y por la tarde, participaron en actividades misioneras, invitando a la comunidad local a unirse en oración y alabanza. Estos momentos fueron un testimonio de su compromiso con el servicio y la evangelización, dejando una huella en la comunidad de Aix. Al final de esta experiencia, los escolásticos se sintieron profundamente orgullosos de su vocación oblata. La conexión con Aix, San Eugenio, y esa primera comunidad despertó en ellos un deseo de dedicarse plenamente a Dios y a la Iglesia.
Un renovado espíritu oblato
Despidiéndose de Aix-en-Provence, llevaban consigo un renovado espíritu oblato. Inspirados por los ejemplos estudiados y las experiencias compartidas, están listos para buscar la santidad en su vida diaria y en sus ministerios. Este encuentro ha sido una fuente de inspiración y renovación, encendiendo la llama de la vocación oblata en cada uno de ellos, quienes están listos para llevar adelante la cruz oblata y la oblación.
