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Mons. Beto HUAMÁN, OMI es el Nuevo Arzobispo de Huancayo

Publicado originalmente en VATICAN News

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El Santo Padre al aceptar la renuncia de S.E. Cardenal Pedro Ricardo Barreto Jimeno, SJ al gobierno pastoral de la arquidiócesis de Huancayo – Perú, nombra como su sucesor a S.E. Mons. Luis Alberto HUAMÁN CAMAYO, OMI, hasta ahora obispo auxiliar de la misma arquidiócesis.

Su vida como Misionero Oblato de María Inmaculada

El año 1993 ingresa al pre noviciado “San Eugenio de Mazenod” de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada en Comas – Lima. Desde ese momento, “mi ideal es algo concreto, servir al Señor en la construcción de un reino más justo, lleno de amor y en una opción preferencial por los más pobres”, escribía alguna vez.

Desde 1994 a 1995 estudió dos años de Filosofía en la Facultad de Teología Pontificia y Civil de Lima. El 02 de enero de 1996 ingresa al noviciado oblato “P. Mauricio Lefebvre, OMI” en Puerto Pabla – Lambaré – Paraguay. Hace su primera profesión religiosa el 19 de enero de 1997. Luego es enviado al Post noviciado BOLPER en Cochabamba. Concluye sus estudios filosóficos en el Instituto de Estudios Teológicos (hoy Facultad de Teología) de la Universidad Católica San Pablo de Bolivia.

Desde 1998 a 2001 fue al Escolasticado Internacional de Roma que tiene la congregación y continuó sus estudios de Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Realizó sus votos perpetuos en la capilla de la Casa General de los Oblatos, el 7 de enero de 2001, luego allí mismo fue ordenado diácono el 28 de abril del mismo año. El 8 de agosto recibe su primera obediencia para la parroquia Cristo Rey en Pueblo Nuevo – Chincha. Allí realizó su ministerio diaconal. El 06 de octubre de 2001 recibe la ordenación sacerdotal por imposición de manos del aquel entonces Obispo de Tarma, Mons. Richard Alarcón Urrutia.

Como misionero y sacerdote ha desempeñado las siguientes responsabilidades

Desde el 2001 al 2003 fue vicario parroquial de Cristo Rey – Pueblo Nuevo y promotor del colegio parroquial Santa Teresita del Niño Jesús, en Chincha, diócesis de Ica.

El año 2004  fue nombrado Superior del Post noviciado BOLPER en Cochabamba. En esa ciudad realizó el curso para formadores organizado por la Conferencia de Religiosos de Bolivia – CBR. 

Del 2005 a 2006 obtuvo la licenciatura en Teología Espiritual en la Universidad Católica Boliviana. Durante los años 2004 al 2008 fue docente en la interreligiosa de Nazaret – CBR – en Cochabamba. Del 2004 al 2005 fue vicario parroquial de San Eugenio de Mazenod – Villa Pagador – zona sur de la arquidiócesis de Cochabamba; y se desempeñaba como capellán de las cárceles en esa ciudad desde el 2006 al 2007.

Terminada su experiencia en Bolivia, retorna al Perú. El 2008 asume por un semestre la dirección del pre noviciado oblato en el Perú, luego hasta el 2010 se desempeñó como ecónomo de la Delegación del Perú de los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Del 2009 al 2011 fue docente en el programa de postulantes y novicios en la Conferencia de Religiosos del Perú – CONFER PERÚ . Del 2009 al 2013 se desempeñó como párroco de Nuestra Señora de la Paz en Comas, diócesis de Carabayllo.

En febrero del 2014 asume como Superior de la Delegación General de los Oblatos del Perú hasta su participación en el 36º Capítulo General de la congregación realizado en Roma – Italia el año 2016, donde fue elegido Consejero General para América Latina y el Caribe de la Congregación.

Como obispo auxiliar

El 21 de mayo de 2021, el Papa Francisco lo nombra Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Huancayo – Perú. Su consagración episcopal fue el 16 de julio de ese mismo año. Es el inicio de una nueva etapa de su vida, junto al Pueblo de Dios en Huancayo al lado del Cardenal Pedro Barreto, SJ. Muy cercano al trabajo con los jóvenes de la arquidiócesis, visitando a los sacerdotes y vida religiosa en las diversas parroquias de la jurisdicción.

“Se que será una tarea difícil, pero confío en Dios, confío en mi comunidad que pueda construir allá, y confío que es un pueblo que también acoge mucho a los Oblatos…” Son las palabras de Mons. Alberto Huamán, OMI.

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