The Missionary Oblates of Mary Immaculate serve poor and abandoned people in the United States and 70 countries around the world.

“Nos quedaremos con ellos y nunca los dejaremos solos”

Publicado Originalmente en OMIWORLD.ORG

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Nota del Editor: Montse Alvarado de Eternal Word Television Network (EWTN), en su programa EWTN NOTICIAS A FONDO entrevistó al P. Pavlo Vyshkovskyi, OMI, sobre la situación actual en Ucrania, el 4 de marzo de 2022. El P. Pavlo es el antiguo Superior de la Delegación y el director de EWTN Ucrania. En la actualidad es responsable de la parroquia oblata de S. Nicolás, en la capital de Ucrania, Kiev.

Alvarado: Padre, toda la audiencia de EWTN reza por sus feligreses. Oramos para que estén a salvo. Díganos, ¿cuál es la situación ahora mismo para usted, para ellos y para los habitantes que están con ustedes en la ciudad?

P. Vyshkovskyi: Gracias por sus oraciones, las necesitamos, y mucho, porque la guerra no cesa aquí en Ucrania. Está ahí, de día y de noche, así que la situación es muy complicada. Estamos ya agotados. Por la noche no podemos dormir bien por el ruido de las sirenas. Tenemos que ir a los refugios subterráneos para pasar allí parte de la noche o incluso toda la noche. Los planes rusos son bombardear nuestras ciudades. No puedo creer que esto nos esté pasando en 2022; que sea posible hoy, en Europa, en Ucrania,…. ¡la guerra! Estamos en shock. Ahora hacemos todo lo posible para ayudar a la gente, para estar cerca de ellos.

Alvarado: No me puedo imaginar lo que es eso, Padre Vyshkovskyi. Las sirenas despertándote por la noche para que vayas a esconderte. Pero comprendemos que usted ya sabe lo que es eso, con la persecución soviética. ¿Podría compartir con nosotros algo de su experiencia personal?

P. Vyshkovskyi: Si. Ucrania ha estado durante, 75 años, bajo persecución soviética. Si hablamos de la Iglesia, 30.000 iglesias fueron destruidas por el comunismo. Cuando era un niño de 11 años, estaba prohibido ir a la iglesia… aunque durante estos últimos 30 años hemos gozado de la libertad, todo terminó tras 75 años de persecución. Pero ahora sufrimos otra invasión. ¿Pueden imaginarse que a día de hoy, en tan sólo 9 días, ya han fallecido 30 niños y otros 840 sufren heridas a causa de la guerra?

Esta situación nos ha unido mucho. ¡Mucho más! Muchos voluntarios hacen todo lo posible para llevar agua, porque algunas ciudades no tienen ya ni agua ni calefacción. También juntan pan y otras cosas para ayudar a los necesitados.

Toda guerra (lo muestra la historia) tiene su fin, sólo Dios es eterno. Creemos en Él y estamos dispuestos a resistir cualquier sufrimiento.

Alvarado: Y por eso usted comprende bien lo que está en juego. Cuéntenos el trabajo pastoral que ofrecen usted y sus compañeros a los feligreses para que puedan superar estos momentos tan difíciles.

P. Vyshkovskyi: Tratamos de permanecer en contacto con nuestros feligreses de cualquier manera posible. Saben bien que aunque no tengan internet ni móviles (pueden acercarse hasta nosotros, ya que) siempre estamos en la iglesia, desde la mañana hasta la noche… cada día. Muchos hombres de entre nuestros feligreses ayudan en la defensa territorial de Ucrania. Así que ayudamos a mujeres y niños a salir de Kiev, en busca de un lugar más seguro. Los hombres se quedan aquí y a veces, aunque sólo sea por unos poco minutos, estos hombres pueden llegar a la iglesia a recibir la comunión, a confesarse, orar. Tenemos la adoración del Santísimo todo el día, pidiendo por el fin de la guerra, por la paz.

También nosotros estamos en contacto con nuestros fieles a través de nuestros sacerdotes, mediante voluntarios que visitan a las personas mayores que no pueden irse de sus apartamentos, a cuantos están sin fuerzas para salir de la ciudad. Los visitamos. Les llevamos comida, en especial pan. A veces tenemos que salir de la ciudad y hacer dos o tres horas de cola para comprar pan.

Con otros feligreses, seguimos en contacto mediante mensajes de WhatsApp y Viber, porque para muchos de ellos les es imposible venir a nuestra parroquia. Viven en otra parte de la ciudad y al estar ésta confinada no les es fácil venir.

Así, yo personalmente y mis compañeros – los Misioneros Oblatos de María Inmaculada – seguimos en contacto con nuestros feligreses hasta el final y nunca los dejaremos solos.

Alvarado: Muy bien, le agradecemos todos estos esfuerzos, seguimos orando por su seguridad y pidiendo a la Santísima Madre que les proteja a ustedes y a toda Ucrania. Muchas gracias, Padre.

P. Vyshkovskyi: Gracias también a ustedes.

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