Una nueva misión para los Oblatos
Zimbabue
Publicado originalmente en OMIWORLD.ORG
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El Provincial OMISA, el P. Neil FRANK, y el Tesorero provincial, el P. Charles RENSBURG hicieron el primer viaje a Zimbabue desde febrero de 2020. La pandemia de la Covid les había impedido viajar desde entonces. Ha habido muchos hechos destacables en este viaje de diez días. El Provincial tuvo un encuentro con el Arzobispo de Bulawayo, con el que firmó una actualización del contrato. También tuvo otro encuentro con los doce miembros de la Misión OMI, a saber, 8 zimbabuenses, un australiano, un checo, un indio y un paraguayo.
La impresión más significativa ha sido la dedicación de los Oblatos y la calidad del trabajo misionero que realizan en medio del deterioro socio-económico del país causado por el confinamiento de la pandemia. Vimos y fuimos testigos de la creatividad y de la capacidad de innovación de los Oblatos. El P. Phumulani MLILO hizo construir una gruta y unas estaciones del viacrucis en el exterior de la Parroquia de la Divina Misericordia de Mahatshula. El P. Aurelio AYALA hizo pintar un mural en el Santuario de la Parroquia del Cuerpo y Sangre de Cristo en Kenilworth, y estaba promocionando a los artistas locales, exponiendo numerosas tallas religiosas en madera, incluyendo una de S. Eugenio.
Nos sorprendió el trabajo realizado en San Juan, Maraire, en la diócesis de Masvingo. Es una fundación nueva de los Oblatos en Zimbabue, la primera fuera de la archidiócesis de Bulawayo desde que comenzamos la Misión en 1983. Habíamos asumido la parroquia de Maraire en enero de 2020, pero a causa de la Covid los dos oblatos nombrados, el P. Charles NABWENJE y el P. Karel MEC, no pudieron recibir la residencia hasta agosto de 2020. Nos recibieron algunos miembros del Consejo Pastoral Parroquial, quienes nos ofrecieron informes muy entusiastas del duro trabajo de los dos oblatos. Ciertamente aprecian enormemente tener entre ellos a los dos oblatos, siempre disponibles, como un rayo de nueva esperanza para la misión.
Agradecemos a Mons. Bhasera por terminar las construcciones que había prometido y por vallar el área. El Tesorero provincial había logrado fondos de donantes oblatos para realizar una perforación, unos paneles solares y un huerto de 60 naranjos. Nos sorprendió el ver lo mucho que se había avanzado en estos pocos meses desde que llegaron los Oblatos. Numerosas plantas adornan los terrenos de la misión; ya hay un huerto que produce verduras para comer y en el que prosperan sandías, papayas y otros árboles frutales. Aunque el P. Karel sigue estudiando el idioma Shona, ambos oblatos ya trabajan bien y evangelizan juntos siguiendo el espíritu de S. Eugenio.
El punto álgido de la visita a la Misión fue la ordenación del P. Edward CHIUTANYI. El viaje y la experiencia, de cuatro días, ha sido en sí mismo toda una hermosa
aventura. El P. Edward fue ordenado en su parroquia de origen, la Misión de Santa Teresa de Ávila en Katerere, a 113 km de la ciudad de Nyanga. Partimos de Masvingo el lunes 28 de mayo tras recoger al P. Charles NABWENJE en Maraire. Atravesamos Chivu y Marimbinda, donde descubrimos el restaurante Canaan, que nos sirvió un delicioso pollo frito con patatas por 2 USD. Fue un viaje de 5 horas hasta el Campamento Udu en el Parque Nacional de Nyanga, en el que pasamos dos noches. El P. Luck MANDAVA, el tesorero de la Misión OMI de Zimbabue había reservado para 15 personas, incluidos los prenovicios. Contrató a un cocinero para que nos preparara las comidas. El Parque Nacional de Nyanga, en las montañas orientales es uno de los lugares más hermosos de Zimbabue, con sus impresionantes vistas de montañas y embalses. Vimos rastros de antílopes cerca de nuestro alojamiento, aunque los únicos animales que vimos fueron los conejos.
El sábado 29 de mayo – fiesta del Beato José Gerard – salimos hacia Katerere, a la ordenación. Fueron dos horas en coche por el valle, con los últimos 13 km por una carretera de tierra, tortuosa y llena de baches. La ordenación estaba muy bien preparada. Jóvenes mujeres vestidas de blanco y azul danzaban en las procesiones y aclamaciones. El coro mantuvo el ritmo con fuerza en las cuatro horas de liturgia. ¡La gente expresaba abiertamente su alegría! Era la primera ordenación en la Misión de Santa Teresa de Ávila, pero no de la parroquia. Habían tenido varias vocaciones de sacerdotes y de religiosas, y conocían la riqueza de la vida consagrada: la misión la iniciaron los carmelitas, les sustituyeron los franciscanos y ahora el párroco es un espiritano. Ahora, gracias a nuestro hermano Edward, también conocen a los Oblatos. El P. Lucky MANDAVA predicó la homilía y encandiló a la gente. Hizo hincapié en el largo camino de formación del P. Edward – 19 años. Llegó a los Oblatos después de ingresar en los capuchinos; y estudió en Kenia y en Camerún. Dimos las gracias a Mons. Paul Horan O’Carm por la celebración tan maravillosa y significativa.
Volvimos a Bulawayo la tarde del domingo, 30 de mayo, con una idea en la mente –‘pasar’ nuestros tests-covid para volver en avión a Sudáfrica. En todo momento, a lo largo del viaje, hemos observado los protocolos, utilizando Ivermectin para contrarrestar cualquier virus-covid que hubiéramos podido contraer. Muchas gracias al P. Sholto DOUGLAS, Superior de la misión, por la organización del programa de nuestra visita y por asegurar que cumpliéramos el horario.