No hace tanto tiempo que el P. Jean Pierre Faye, OMI (de Senegal) fue destinado a la Misión OMI de Kenia. Hace poco ha tenido su primera experiencia con los Masai, en nuestra parroquia de Kisaju, (Condado de Kajiado, Kenia).

El primer domingo después de Pentecostés, Solemnidad de la Santísima Trinidad, pude celebrar la sagrada eucaristía con los Masai. Después de la primera misa del día en la parroquia Kisaju, presidida por el P. Gideon Mberia, OMI (párroco), asistimos a una comunidad tradicional Masai. Es un lugar algo alejado del centro parroquial, por lo que condujimos muchos kilómetros. Estaba emocionado viendo el paisaje: los distintos animales salvajes, cebras y avestruces, que veía por primera vez con mis propios ojos.

El P. Gideon me dejó en la pequeña comunidad (de unas quince personas), vestidos todos a su manera tradicional. Era la primera vez que me encontraba con los Masai, ¡y me impresionaron! Realmente me admiró y me sentí muy animado viendo su participación activa y llena de energía en la liturgia. Sus ofrendas eran sobre todo leche fresca. Me decía a mí mismo que sería la misma ofrenda de los pastores al niño Jesús en Belén.

Sólo había oído sobre ellos a través de los documentales del canal West African TV, aunque hay etnias parecidas en mi país llamadas los Alpular y, también en África Central, un pueblo nómada (Mbororo) en el norte de Camerún. Nunca imaginé que pudiera estar un día con ellos ofreciendo el Santo Sacrificio. Estar con ellos fue lo que el expresidente senegalés (Leopoldo Sedar Senghor) escribe en su obra, “le rendez vous du donner et de recevoir” (“el encuentro para dar y recibir”).

Aun cuando yo les ofrecí la Santa Misa, aprendí de ellos la humildad y el sentido de la hospitalidad… Sus rostros brillaban de alegría; era como si irradiaran el misterio de la Santísima Trinidad que hoy celebrábamos: Un Dios en tres personas, Su alegría es algo que me cuestionó mucho. Ha sido una experiencia inolvidable para mí.

Cuando más tarde reflexioné en mi experiencia, recordé el texto de nuestras Constituciones y Reglas:

“Trabajando con los pobres y los marginados, nos dejaremos evangelizar por ellos, pues a menudo nos hacen escuchar de forma nueva el Evangelio que anunciamos. Prestando atención a la mentalidad de la gente, aceptaremos dejarnos enriquecer por su cultura y sus tradiciones religiosas”
(R8a, CCyRR OMI)


“…podemos aprender mucho de los pobres, especialmente la paciencia, la esperanza y la solidaridad.”
(C20, CCyRR OMI)