P. Ajit Victor Costa, OMI
El 21 de diciembre, después de 10 horas de autobús, llegué a la parroquia de san Pablo a las 18.45. El p. Rocky Costa, OMI, párroco, me dio la bienvenida manteniendo las distancias sanitarias. La pandemia Covid-19 nos ha enseñado constantemente nuevas lecciones: “cuídate y cuida a los otros”, había viajado en un autobús público.
Hna. Lila y P. Ajit están en el itinerario de Navidad en medio de la mañana brumosa.
“Tu habitación está preparada, espera unos minutos y el agua caliente llegará para la ducha”, me dijo. “Dadu, un anciano, está calentando el agua usando hojas para hacer un fuego”. Lo había visto cuando llegué. Fui a mi habitación y después de 10 minutos llegó un bidón con agua caliente. En medio de la Covid-19 y con el frío que hacía tuve una ducha revitalizante. ¡De veras necesitaba un baño con agua caliente! Ahora es invierno en Bangladesh. La gente pobre de la aldea raramente tiene este lujo.
Una vista típica del pueblo
En la cena el p. Rocky me dio el programa de las Misas de Navidad, comenzando el 22 de diciembre hasta el 25 de diciembre. También me dio algunas instrucciones importantes: religiosas y catequistas me acompañarán todos los días y un conductor de Van (triciclo eléctrico) me llevará a las aldeas; hay que llevar un kit para celebrar la misa y los sagrados oleos para el bautismo; vestir ropa de invierno y saber que entre los dos llegaremos a casi todas las aldeas celebrando las misas de navidad, etc.
Protegiendo a las vacas del frío, cubiertas con saco de Yute.
Desde el 22 de diciembre, antes que se mencione el nacimiento de Jesús en el Calendario romano, comenzamos la “Celebraciones jubilosas de Navidad”, el nacimiento de “EMMANUEL”, celebrando 3 o 4 misas cada día. De las 32 aldeas católicas y 4 aldeas catecúmenas, en 24 celebramos la misa. El resto no quedó olvidado, de acuerdo con nuestro plan los aldeanos participaron en la misa de navidad de las aldeas vecinas.
P. Ajit celebrando la misa
Los oblatos comenzaron en esta parroquia de la diócesis de Rajshahi en 2009 con solo 9 aldeas católicas. En estos años Dios nos ha bendecido inmensamente aumentando el número de aldeas después de una evangelización robusta. Los indígenas Uraon, Santal y Pahari recibieron el catolicismo. Son los más desfavorecidos, gente de periferia, nuevos rostros de los pobres. Siguen una religión tradicional. El catecumenado, formación de la fe, educación, concienciación sanitaria, desarrollo cultural, económico y social son prioridades para las misiones OMI. Su sencillez, hospitalidad y su fe simple pero profunda, me tocaron profundamente.
Misa en la cabaña-capilla
Los dos celebramos las misas en una casa o en una capilla-choza (hecha de lata, adobe y bambú). Mi corazón retumbaba con alegría belémica. Ellos esperan que Dios les haga la gracia de escuchar sus oraciones para tener una buena capilla en el futuro gracias a benefactores generosos. Hagamos una visita fotográfica a “Katadanga-Belén”.