The Missionary Oblates of Mary Immaculate serve poor and abandoned people in the United States and 70 countries around the world.

Las familias hacen frente al hambre, cada vez mayor, causado por el coronavirus

Kenia

Publicado Originalmente en OMIWORLD.ORG

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Danos hoy nuestro pan de cada día

P. Iyan Daquin OMI,
Párroco (Irinda & Gachanka)

El impacto del COVID-19 es bien real y se deja sentir en la gente de la comunidad de Irinda-Gachanka. Exige que no nos encerremos y expresemos nuestra cercanía a la gente a la que servimos, personas afectadas por la pandemia, especialmente los pobres, los más débiles y vulnerables, tanto familias como personas concretas de la comunidad.

Siempre con riguroso respeto de las estrictas medidas gubernamentales contra la expansión de la pandemia nos mantenemos cerca de la gente, caminando junto a la gente que se nos ha confiado. Lo que podemos experimentar, ver y oír de las familias que nos rodean es que el COVID-19 ha causado serias vulnerabilidades en lo relativo a los medios de subsistencia, especialmente en el acceso a la alimentación. Ofrecemos aquí algunos “ecos” que nos han dejado dos familias junto a una foto de cada una.

Sarah Gerard Mwimbia, cuida de tres nietos.

El P. Jean Pierre Faye, OMI, el catequista Frank Mwenda y yo (P. Daquin Iyo Iyan, OMI) visitamos a una mujer de 82 años de edad, Sarah, que cuida a dos chicos y una pequeña niña: sus nietos. Vive a cerca de un kilómetro de nuestra comunidad. Los padres de los pequeños fallecieron. Sarah los cuida como si fueran sus hijos. Sarah estaba entusiasmada cuando nos vio a la entrada de su pequeña y humilde casa de madera. En el curso de nuestra conversación descubrimos lo difíciles que estos tiempos de pandemia han sido para ella. No puede salir de la casa por la información que le llega de que las personas mayores son las más vulnerables al COVID-19. Además, tiene las limitaciones propias de su edad, lo que hace que le sea más difícil ocuparse diariamente de las necesidades de sus nietos, y que se vea envuelta en mil preocupaciones al no poder controlar sus movimientos para garantizar su seguridad. Sarah agradeció al catequista Mwenda por traerle a sus visitantes, los PP. Jean-Pierre y Daquin, que se habían presentado cargados con bolsas de compra llenas para aliviar el sufrimiento causado por el COVID-19.

Una pareja anciana – víctimas de la ocupación ilegal de tierras

Kathambi y M’Mbijiwe son una pareja de edad avanzada, miembros de nuestra Casa de Oración, Gachanka. Han perdido sus tierras que fueron ocupadas por otro. Su caso está todavía en los juzgados pendiente de juicio. Viven en una casita de madera ofrecida por un Buen Samaritano: ¡Su situación es espantosa! Tanto el marido como la mujer tienen problemas de salud y no logran suficiente comida porque ya no reciben la asistencia de sus vecinos como antes, ya que también ellos atraviesan dificultades. Nuestra visita a esta pareja mayor, guiados por el catequista Mwenda, fue una respuesta a su carestía de alimentos en este tiempo tan doloroso que ha dejado a los pobres, los débiles y a los más abandonados en un estado de gran vulnerabilidad. Kathambi, que había sido abandonada sola cuando su marido fue llevado para ser tratado en el hospital, dio las gracias y nos bendijo por los alimentos que le habíamos ofrecido y nos deseó todo lo mejor.

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