Oraison: Junio
ORAISON-JUNIO
“En la oración silenciosa y prolongada de cada día, nos dejamos modelar por el Señor y encontramos en él inspiración para nuestra conducta,” (Regla de Vida OMI, 33).
La práctica de Oraison formaba una parte importante en la oración diaria de San Eugenio durante la cual entraba en comunión con los miembros de su familia misionera. Mientras que ellos se encontraban en Francia, se les hacía fácil juntarse en oración alrededor del mismo horario. Cuando los misioneros Oblatos comenzaron a ser enviados a los varios continentes ya no les era posible orar al mismo tiempo. Sin embargo, cada día había un tiempo cuando se detenían para orar en unión uno con el otro—aunque no fuera al mismo tiempo.
Esta es una práctica que Eugenio quería que su familia religiosa mantuviera. Por eso les invitamos a formar parte de esta práctica de Oraison el domingo, 21 de junio, 2020, al conmemorar al Beato Józef Cebula, O.M.I. cuya fiesta es el 12 de junio.
Juan 12:24-25
Jesús les dijo: “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida la destruye; y el que desprecia su vida en este mundo, la conserva para la vida eterna.”
Mateo 20:22-23
Jesús les dijo: “¿Pueden ustedes beber la copa que yo tengo que beber?” Ellos respondieron:” “Podemos.” Jesús replicó: “Ustedes sí beberán mi copa, pero no me corresponde a mí el concederles que se sienten a mi derecha y a mi izquierda. Eso será para quienes el Padre lo haya dispuesto.”
Escritos de algunos Testigos:
“El Padre Cebula no era un hombre del mundo. No era muy brillante. Vivía una vida sencilla y ordinaria, pero en el espíritu de la fe… Vivió su vida sacerdotal y consagrada en una manera profunda. Se llevaba bien con los otros a pesar de no ser una persona muy extrovertida.” (Jan Geneja O.M.I., 29 de mayo, 1992)
Sus palabras eran sencillas pero penetraban lo profundo del corazón. Nos llevaban a reflexionar sobre el sentido de la vida… Al Padre Cebula lo buscaban muchos. Largas filas se formaban fuera de su confesionario. (Sra.. Franciszka Koloch, 1993)
En el 1939, cuando Alemania ocupó a Polonia, declararon lealtad a la Iglesia contra la ley. El 4 de mayo de 1940, los novicios Oblatos en Markowice fueron aprehendidos por los Nazis y deportados al campamento de concentración en Dachau, Alemania. Sin embargo, el Padre Cebula continuó su pastoral como sacerdote clandestinamente, a pesar de la interdicción, hasta que fue arrestado el 2 de abril de 1941.
“En los días de su arresto domiciliario, la vida del Padre Cebula fue difícil. Se le hizo más difícil después de la deportación de los novicios… Durante el día, trabajaba como un sencillo labrador; durante la noche celebraba la Misa; en secreto y disfrazado, traía consolación a los moribundos…y bautizando a los recién nacidos.” (Jan Nawrat O.M.I., 29 de diciembre, 1948)
Dieciseis días después, fue llevado al campamento de concentración de Mauthahusen en Austria y fue acosado y obligado a trabajar fuerte. Tres semanas después, el 9 de mayo, el Padre Cebula de repente recobró su fuerza y dijo, “No son ustedes los que están a cargo. Dios los juzgará.” Los Nazis le ordenaron que corriera, con una piedra sobre la espalda, hasta la cerca hecha de alambres de púa al confín del campamento. Ahí uno de los guardias le disparó con una ametralladora declarando que el Padre Cebula “fue matado intentando escaparse”. Su cuerpo fue llevado al crematorio y quemado. Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 13 de junio de 1999 junto a otros 108 mártires de la Segunda Guerra Mundial.