Dando vida a los desplazados
Camerún
Publicado Originalmente en OMIWORLD.ORG
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Ernest Grégoire Mbemba, OMI
CAMERÚN
Pikba es un gran poblado de desplazados de guerra y de inmigrantes a 34 km de Poli que forma parte de nuestra parroquia. Por falta de carreteras asfaltadas, durante la temporada de lluvia, sólo es posible acceder en motocicleta.
A principios de 2014, desplazados de guerra del norte de Camerún, víctimas de abusos los terroristas de la secta islámica Boko Haram, llegaron hasta Pikba. Hoy, Pikba cuenta con unos 1.500 habitantes, más de la mitad desplazados.
Así que ésta es la comunidad de refugiados que visito y sigo con regularidad. En nuestras reuniones se han identificados distintas dificultades, sobre todo la ausencia de colegio y la falta de agua.
La escuela: gracias a nuestros esfuerzos y a los de nuestros benefactores, se ha creado una escuela. Hoy está reconocida oficialmente y cuenta con más de 500 estudiantes y el número crece. Querría aprovechar esta oportunidad para dar gracias al Provincial, el P. Edouard DAGAVOUNANSOU, por su apoyo al conseguirnos material escolar y deportivo. Gracias al Hermano Jean-Marie DIAKANOU que vino hasta el pueblo para ofrecer material escolar a todos los niños del colegio además de ropa de cama y productos de aseo. Gracias igualmente a mis amigos Jacques TEMPIER y Daniel BRESSY, de Francia, por sus numerosas donaciones.
Falta de agua potable: No había agua potable en esta gran población. Los habitantes obtenían agua de unos estanques de agua contaminada y, para eso, tenían que pelearse con animales domésticos y otros. La consecuencia eran numerosas enfermedades. Era algo que nos conmocionaba y decidimos hacer algo por ellos. Así que, gracias a la generosidad de la asociación ASMG, a través del P. François CARPENTIER y de muchos otros amigos, hemos escavado tres pozos que ofrecen agua a todo el poblado.
Estos pozos fueron inaugurados con una solemne misa presidida por el P. Gérard VONDOU, y por el vicario de la parroquia de Poli. A la misa le siguió la bendición de cada uno de los pozos. En una carta, los habitantes del poblado me pidieron que expresara su profunda gratitud a los donantes. He aquí el texto completo de los habitantes:
“Querido Hermano Ernest,
Con gran alegría toda la población de Pikba le da la bienvenida a la inauguración oficial de los pozos. Este día quedará grabado en nuestra memoria puesto que hacía mucho tiempo que no disponíamos de agua potable. Su llegada a Pikba ha sido como la llegada del mismo Señor Jesús. Estábamos en las tinieblas y hoy vemos la luz. Usted pensaba en nosotros cuando excavaba para nosotros los pozos. Que este trabajo quede bien guardado en los anales para que los jóvenes de mañana puedan encontrarlo unido a su nombre. Que el Señor guíe sus pasos y sus acciones. Hoy Pikba dice que está orgullosa porque se ha beneficiado enormemente de las donaciones de sus amigos… pero aún tenemos sed. Le pedimos que siga llamando a las puertas de sus amigos para hablarles de la situación de nuestra escuela aún falta de clases. El pueblo aún carece de centro de salud y nuestra capilla no tiene techo. Su partida nos ha conmocionado. La única cosa que le pedimos es que no nos abandone. Aunque nos resignamos y le decimos adiós, deseándole lo mejor para su nueva misión.”
Personalmente me siento feliz y humildemente orgulloso por haber podido ofrecer “vida” a toda esta gente desplazada, porque el agua es vida.