Intercapítulo Día 9: Prioridades Regionales
Obra, POLONIA
10-07-2019
Después de dos días de retiro espiritual, llegó de nuevo, el momento en el que los Oblatos del Intercapítulo, retomen el dialogo sobre la dinamización de los llamados del 36º Capítulo General. El Intercapítulo no concierne solamente lo que se cumplió durante los tres últimos años, después del Capítulo General, sino también propone estrategias para poner en marcha lo que aún no se ha realizado.
Durante este noveno día, los miembros del Intercapítulo se reunieron en grupos, por Regiones, para discutir sobre las prioridades que cada Región respectiva ha identificado. Estas prioridades se han acompañado de medios concretos y prácticos con los que se buscan realizarlas. Todas las prioridades que las Regiones ponen en evidencia, se inscriben al corazón mismo de los llamados hechos por el Capitulo General anterior y preparan igualmente a las Regiones hacia el próximo Capitulo General. Dentro de las prioridades mencionadas, la Formación fue una de ellas más presente en las Regiones. Eso pone de relieve el compromiso de la Congregación para tener misioneros formados capaces de responder a los signos de los tiempos.
La sesión de la tarde se inicia con el anuncio de la triste noticia de la muerte del P. Alex Roque, de la Provincia de los Estados Unidos de América. Se guarda un momento de oración en silencio por el descanso eterno de su alma.
Como los miembros del Intercapítulo se habían comprometido en un momento de compartir de ideas con la Administración General, el tema de la Formación inicial fue al centro de los debates. Este Intercapítulo busca a que la Formación deviene la prioridad de toda la Congregación. Para concluir los eventos de la jornada, el P. Louis Lougen, Superior General, hizo una breve síntesis del Intercapítulo de 2019. Se han felicitado a los miembros del Intercapítulo por el profundo espíritu de familia que conduce los encuentros y que anima todos los debates.
Intercapítulo Día 12: Evaluación y Eucaristía de Clausura
OBRA, POLONIA
13-07-2019
Durante la apertura del Intercapítulo el 01 de Julio de 2019, los participantes estuvieron invitados a caminar con Cristo como los dos discípulos de Emaús. Los dos discípulos Emaús compartieron con Cristo sus desencantos e inquietudes. Compartieron también sus esperanzas y su fe en Jesús. De la misma manera, durante las dos primeras semanas, los miembros del Intercapítulo compartieron sus éxitos y los desafíos los que las Regiones e Unidades hacen frente con miras a responder a los llamados del Capítulo General. Sus corazones ardían cuando se escuchen unos a otros durante estas dos últimas semanas.
En estos últimos días del Intercapítulo, los presidentes de las Regiones abrieron un dialogo fraternal con el Gobierno Central. Presentaron las evaluaciones de las Regiones, subrayando las necesidades urgentes de cada Región. Todas las Regiones agradecieron la colaboración y el apoyo que ellas recibieron por parte del Gobierno Central y llamaron a una relación más profundad y más fuerte entre todos del hecho de que la Congregación entera se dirigen hacia el 37º Capítulo general.
El P. Guillermo MUTHUNDA, en nombre del Gobierno Central, agradeció a todas las Regiones por su compromiso serio durante este tiempo de Intercapítulo. Subraya que el Gobierno Central está abierto a colaborar con las Regiones, no obstante, la mayor colaboración debe existir entre las Regiones mismas y entre las Unidades. El P. Louis Lougen, Superior General, agradeció a la Provincia de Polonia por habernos abierto las puertas de su casa, a sus hermanos Oblatos del mundo entero. Agradeció también a todos aquellos que han participado en la planeación y la animación de las sesiones del Intercapítulo.
En su homilía en la Eucaristía de clausura, el Superior general agradeció a todos los miembros del Intercapítulo por su apertura al Espíritu. Recalcó también que la evaluación de los tres últimos años se hace con los ojos del corazón. Por eso, él llama a los Oblatos a vivir en el amor fraternal y a mantener el celo misionero. Los Oblatos son amigos de Jesús, y su amor es tan grande que son dispuestos a dar su vida para Él y para los demás.
Al final de su homilía, el Superior General subraya que es Jesús mismo quien envía a los Misioneros Oblatos de María Inmaculada. Él les envía con la gracias del Espíritu su Jerusalén respectivo. Les envía a evangelizar a los pobres.
