Update on the Migrant Caravan from Tijuana Oblates

Tijuana, Mexico

Posted on January 16, 2019

Text and Photos Provided by Fr. Jesse Esqueda, OMI

Editor’s Note: The Baja Mission of the U.S. Province of the Missionary Oblates of Mary Immaculate, is currently comprised of six Oblates: Fathers Lucio Castillo, Jesse Esqueda, Webert Merilan, Marek Stroba, William Antone, and Bro. Peter Vasquez

(En Español abajo)
We´ve had the GREAT blessing of celebrating mass at the migrant camp every week. After mass we give refreshments to 700 – 1000 people. Our young adults take food, clothes and other donations to the camp every week. I also had the honor of baptizing a few of the children from Honduras

There are now about 1,000 people left in the camp. Most of the other migrants went back to their countries, others processed their asylum case and others decided to stay in Mexico.

From the group that was staying with us, 9 of them got an asylum interview and are now in the U.S. Their asylum case will continue but they are now in a safe place because their lives were in danger in their home countries. Sharing our time with the migrants has been a true blessing for the Oblates and our Youth. It has been an HONOR walking with them during this very difficult process. THANK YOU to all people who´ve helped our migrant sisters and brothers!! WE ARE ONE HUMAN FAMILY!!

Caravana de Migrantes
Hemos tenido la bendición de celebrar misa en el campamento de migrantes cada semana. Después de la misa damos un refrigerio a 700 – 1000 personas. Nuestros jóvenes adultos llevan comida, ropa y otras donaciones al campamento todas las semanas. También tuve el honor de bautizar a algunos de los niños de Honduras.

Ahora hay alrededor de 1,000 personas en el campamento. La mayoría de los otros migrantes regresaron a sus países, otros procesaron su caso de asilo y otros decidieron quedarse en México. Del grupo que se quedó con nosotros, 9 de ellos obtuvieron una entrevista de asilo y ahora están en los Estados Unidos. Su caso de asilo continuará, pero ahora están en un lugar seguro porque sus vidas corrían peligro en sus países de origen. El compartir tiempo con los migrantes ha sido una verdadera bendición para los oblatos y nuestros jóvenes. Ha sido un HONOR caminar con los migrantes durante este proceso tan difícil. ¡GRACIAS a todas las personas que han ayudado a nuestra hermanas y hermanos migrantes! SOMOS UNA FAMILIA HUMANA!!