The Missionary Oblates of Mary Immaculate serve poor and abandoned people in the United States and 70 countries around the world.

Lluvia de ideas para el futuro con la juventud.

Publicado originalmente en OMIWORLD.ORG

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En Nikolauskloster en Alemania Occidental, unos 35 jóvenes se encontraron con los oblatos para desarrollar una nueva Visión para la Misión con la Juventud en la Provincia Central Europea. Entre ellos estaban estudiantes de la Escuela Oblata Mariengarden, jóvenes adultos del grupo de laicos asociado, jóvenes que han estado con los grupos juveniles oblatos durante años y la juventud de la denominada OMIGang de la República Checa.577-germany-1

Las actividades de ese fin de semana se concentraron en torno a la pregunta: ¿Que esperan ustedes, los jóvenes, de los Oblatos y qué pueden los Oblatos hacer por ustedes? Incluso algo más importante, ¿qué podemos hacer juntos, jóvenes y Oblatos?

Al comenzar nuestro encuentro, san Eugenio, nuestro Fundador, estuvo en el centro. Él reunió jóvenes, especialmente de entre los más pobres, los ayudó con una experiencia de comunidad y de fe y dio una dirección a sus vidas. Por tanto, la Misión con la Juventud ha sido un aspecto central de la misión oblata desde sus inicios. El Capítulo general de 2016 proclamó que sigue siendo un 577-germany-4aspecto central para nosotros. Después de mirar la vida de San Eugenio, comenzamos nuestro trabajo.

El primer paso fue que los mismos jóvenes miraran sus propios planes de vida y sus propias experiencias con los Oblatos: ¿Dónde estaré yo en uno o dos años? ¿Qué voy a necesitar? ¿Qué pasos voy a dar? ¿Qué es importante para mí en relación con la misión oblata con jóvenes y qué echo en falta? ¿Qué es especial en la Misión Oblata y cuál puede ser mi contribución?

577-germany-3Pero también tuvimos la ocasión de salir fuera para encontrarnos con otros. En pequeños grupos fuimos a los grandes Centros Comerciales y paseamos por los lugares donde se encontraba la gente. Primero intentamos contemplar a los jóvenes y más tarde les preguntamos: ¿Qué esperan de su vida? ¿De la fe? ¿De la Iglesia?

Esta experiencia nos encaminó a la última etapa de nuestro fin de semana. Nos preguntamos ¿Qué podemos hacer en concreto juntos, los Oblatos y los jóvenes? Y aparecieron ideas muy concretas: algunos irán a reunirse regularmente en la comunidad “Mario Borzaga” de Fulda; otros desarrollarán un nuevo programa para la misión Oblata de la Escuela; otros piensan abrir un Café como lugar de encuentro en Pilsen, la República Checa, y otras muchas ideas.

El fin de semana se convirtió en una “lluvia de ideas” sobre nuestro futuro. Pensamos y planificamos juntos, pero también tuvimos experiencia de cómo el Espíritu Santo nos conduce a nuevas perspectivas. De todas formas fue principalmente un primer paso para una nueva “Misión con los Jóvenes” en nuestra Provincia.

Algunas experiencias personales

En la tarde del sábado fuimos a las ciudades vecinas en pequeños grupos. Teníamos tres tareas: observar la gente, hablar con ellos y ofrecer algo (una oración, una bendición, un abrazo o cualquier otra cosa). Aunque soy competente en la lengua alemana con mucha timidez. Pero me impresionó cómo mis compañeros, Sali y Christian, y su alegría al salir al encuentro de la gente. (Jan Kastl)

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Fue un fabuloso fin de semana y estuvimos juntos como una familia. Estuvo pleno de trabajo, momentos de compartir, alegría y descubrir una nueva pasión por la misión. Cuando nos despedíamos para regresar a nuestros hogares, me inundó un gran sentimiento de responsabilidad. El hecho de que somos misioneros junto con los Oblatos no me podía dejarnos indiferentes. Estoy muy agradecida porque pudimos tener juntos esta experiencia. Que los jóvenes puedan ser realmente misioneros y que seamos parte de la misión de los Oblatos porque ellos verdaderamente cuentan con nosotros. (Katerina Zahradnícková)

Alegría, entusiasmo y familia. Estas tres palabras expresan lo que hemos experimentado en este fin de semana. He terminado con una alegría inmensa pero según va pasando el tiempo es cada vez mayor. Es la pasión por la misión que puede ser experimentada a cada momento, en cada actividad, en cada segundo y en cada uno de nosotros. Normalmente yo suelo mirar al pasado y vivir en el presente pero aquí hemos experimentado y vivido el futuro. Lo que hicimos hizo crecer en mí la esperanza y ahora siento la responsabilidad de mantener esa esperanza y la energía de este fin de semana y pasarla a otros. La palabra familia es la que mejor expresa lo que este fin de semana significó para mí. La comunidad, el objetivo común, la decisión y la pasión por la misión nos han llevado juntos a ser una gran familia Oblata internacional. (Salome Mecová)

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