Celebrando a los Mártires de Laos
Publicado Originalmente en OMIWORLD.ORG
Haga clic aquí para leer en ingles
El Bienaventurado Mario BORZAGA, beatificado junto a otros 16 mártires el 11 de diciembre de 2016, ocupa un lugar especial en el corazón de su diócesis natal, y de los oblatos y laicos asociados italianos. Por este motivo, la Iglesia de Trento y los Oblatos, han celebrado un festival de dos días para honrar la memoria del Beato Mario, junto a la de los otros mártires y, en especial, la de su catequista, el Bienaventurado Paul Thoj Xyooj, asesinado junto a él.
(http://fabiociardi.blogspot.it) el P. Fabio CIARDI describe algunos de los acontecimientos que tuvieron lugar el fin de semana del 29 y 30 de abril de 2017.
La celebración comenzó el sábado 29 de abril por la mañana, cuando subimos en Roma al tren y nos encontramos con las primeras personas llegadas del Sur de Italia que subían hacia Trento. Por la tarde, en las calles de la ciudad, nos encontramos con otros amigos. Habíamos venido para celebrar a nuestros mártires de Laos, especialmente al Padre Mario, originario de Trento, y su catequista, Paul. Esa noche, durante la vigilia de oración, éramos 400 miembros de la familia oblata llegada de toda Italia, desde Palermo y Mesina al sur hasta Aosta y Trieste en el norte, pasando por Cerdeña, Nápoles y Florencia. ¡Ninguno se quedó fuera! Esta vez, la participación no se había organizado, pero la noticia se había difundido de unos a otros, y aquí estábamos, juntos una vez más.
Visité la casa donde nació Mario con un pequeño grupo de amigos; Lucía nos habló de su hermano, de cuando aún era un niño; de aquellos primeros meses difíciles cuando le acompañaba a la guardería; y de cuando se fue al seminario a la edad de 11 años. Fue ella la que mantuvo viva su memoria, la que transcribió sus diarios y trabajó en la creación de la asociación “Amigos del Padre Mario”. El piano de Mario está todavía en la casa como una reliquia, guardando ahora silencio. Su cruz oblata estaba ya preparada, en una caja transparente, para ser entregada al día siguiente al obispo y ser llevada y expuesta en la catedral.
La mañana del domingo 30 de abril fue el momento más intenso de la celebración. Oímos el testimonio de los compañeros del Padre Mario Borzaga, con episodios a la vez graciosos y conmovedores. Mons. STACCIOLI, el Padre Gigi SION, su hermana y sus compañeros de seminario nos retrataron a un Mario muy humano, un poeta, un músico, un contemplativo y un místico. Sus historias alternadas con lecturas sacadas de su diario, un video con entrevistas, e imágenes sacadas de su vida. Entre ellos se encontraba la primera persona que bautizó el Padre Mario; algunos de ellos le conocían personalmente, otros por lo que habían oído a sus padres. Los frutos más hermosos del martirio del Padre Mario…
Llegada la tarde, se celebró una Misa solemne en la catedral, abarrotada como nunca. Estaban presentes todos los sacerdotes de la diócesis además de unos 30 oblatos. Mario fue bautizado en la catedral; recibió su Primera Comunión allí y celebró allí su Primera Misa. Hoy, la diócesis le reconoce como a uno de sus hijos.
Después, hubo una obra de teatro y una presentación musical que sacaron a relucir su vida y su fuerte espiritualidad. Nos impactó, en particular la conclusión, con su noche oscura del alma, la trágica muerte que compartió con su catequista – el grito sin palabras que puso fin a su vida, el mismo “fuerte grito” con el que Jesús murió en la cruz.