Restaurado el retrato del Fundador

Publicado Originalmente en OMIWORLD.ORG

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El conservador del Museo de Marsella, Jean Joseph Dassy, hermano de un oblato, Louis Toussaint DASSY, pintó entre 1832 y 1834 uno de los retratos más famosos del Obispo Eugenio de Mazenod. El joven obispo se muestra llevando roquete, muceta y el “cuello clerical”. Junto a la cruz pectoral lleva la insignia de Comandante de la Orden de los Santos Mauricio y Lázaro, título que le fue concedido en 1827 por Carlos Félix de Piamonte (N. del T. en español aparece citado más frecuentemente como Carlos Félix de Cerdeña o de Saboya) por la atención que mostró hacia los trabajadores inmigrantes italianos de Marsella.

En su rostro se ve una expresión viva e intensa. Se muestra seguro de sí y con determinación. Su cabeza está girada a la izquierda y sus ojos fijos en algo o alquien; los labios están separados como si fuera a hablar. La silla sobre la que se encuentra está bajo un baldaquín, la cortina está levantada para revelar, en la distancia, la iglesia dedicada a San Lázaro, parroquia que se inició con su contribución personal siendo aún Vicario general de Marsella.

El original se halla en la casa episcopal de Marsella; hay una copia en la Casa general de los Oblatos en Roma, fechada entre 1833 y 1837.

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En la Casa general de Roma hay una segunda copia al óleo fechada en la misma época. La calidad de la pintura lleva a pensar que este retrato fue hecho también por Jean Joseph y en el mismo período. Ahora Eugenio de Mazenod posa en pie. Su brazo derecho cruza su cuerpo y el dedo índice se introduce en las Constituciones y Reglas que sujeta en su mano. En la esquina superior derecha se ve su escudo episcopal y su lema. La pintura fue restaurada en 1984, siendo escogida como imagen oficial de la canonización.

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Un pintor posterior desconicido parece haberse inspirado en este retrato, aún en el siglo XIX y quizá en los años inmediatamente posteriores al original. Esta pintura, que se conservó hasta hace unos diez años en la casa de Aix, fue toscamente arrancada de su marco y luego llevada, en las peores condiciones, a la Casa general de los Oblatos en Roma. Necesitó grandes reparaciones, a cargo de Marta Gelsumini y su estudio “Spazio MABI” (http://www.martagelsumini.it)

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El lienzo tenía rasgaduras que fueron tapadas con materiales inapropiados y difíciles de identificar y que agravaron aún más las condiciones. Fue necesario intervenir para quitar al menos parcialmente estos rellenos y parches de tela. Se revistió luego el lienzo por el reverso dada la presencia de una rasgadura aún mayor en la mayor parte del lienzo que ponía en riesgo su continuidad.574-fabio-3

La parte frontal de la pintura había sido mayormente retocada, cambiando la imagen original. El lienzo había sido repintado en rojo con colores al óleo de un período posterior y a grandes trazos, disintos de los originales. La capa superpuesta de rojo quizá se hizo para hacer inmediatamente visible el cargo episcopal, ignorando que la muceta original de San Eugenio tenía el color de los reyes de Francia, azúl. También habían pintado sobre la cruz y las insignias. Se decidió restaurar el original quitando la pintura superpuesta. Las rasgaduras fueron reparadas y se selló y retocó el retrato.

Se hizo un nuevo marco bañado en oro.

Ahora tenemos un “nuevo” retrato al óleo de San Eugenio, casi desconocido hasta ahora, que adornará la sala de conferencias d ela Casa general oblata (Fabio CIARDI).

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