The Missionary Oblates of Mary Immaculate serve poor and abandoned people in the United States and 70 countries around the world.

La Heladera Solidaria

Publicado Originalmente en OMIWORLD.ORG

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El Padre Antonio MARIANGELI, Provincial de Argentina-Chile, comparte con nosotros un escrito de Pamela Luján Zilli (Voluntaria de Cáritas), de la Parroquia Nta. Sra. de Luján en Santa Fe – Argentina.

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La “Heladera Solidaria” y Nuestra Señora de Luján

La “Heladera Solidaria” comenzó cuando el Padre Pablo FUENTES, les propone a las voluntarias de Cáritas, una iniciativa conocida como “La Heladera de María”.

Somos 11 personas que nos coordinamos, de lunes a lunes, para ofrecer un plato de comida a personas, en situación de calle. Ellos se acomodan a los horarios de la Parroquia. Se trata de un trabajo cotidiano, que requiere mucha paciencia y confianza en el Señor. Pronto nos dimos cuenta que es una prueba diaria para quienes podemos asumir el servicio, algunas voluntarias, dejaron de venir por entender que no pueden, no saben, o no se sienten capacitadas para convivir con la gente que viene a pedir.

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Padre Pablo FUENTES, OMI

Personalmente, estoy donde quiero estar… Según el Papa Francisco, escuchar el clamor de las necesidades de los pobres y responder concretamente, no es una tarea reservada a unos pocos. La Iglesia, guiada por el Evangelio de la misericordia y por el amor al hombre, escucha el clamor por la justicia y quiere responder a él con todas sus fuerzas. En este marco se comprende el pedido de Jesús a sus discípulos: “¡Denles ustedes de comer!” (Mc 6,37.). Gesto simple y cotidiano de solidaridad, ante las miserias muy concretas que encontramos.

En particular creo y me quedo con esto: “Amar al prójimo como a mí misma”. Así aprendemos a vernos en ellos. Superando cualquier obstáculo. Cansancio, enojos, desencuentros. Todo fue pasando cuando comenzamos a recibir lo que estamos dando: amor.

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Nos damos tal cual somos, siempre saliendo de nosotras mismas, para ser el puente, el instrumento. Aprendiendo y madurando a cada instante. No preguntando, solo escuchando…

Encontrándonos, muchas veces sin lo principal, la comida. Tantas otras racionando un plato en tres, para que nadie se vaya sin nada. Otras llorando, tristes, buscando las palabras adecuadas para decirles que no hay comida, viendo en sus rostros la incertidumbre… Y muchas otras con felicidad, sabiendo que nuestra heladera si se vacía, al momento se llena, porque comienzan a llegar alimentos de manos de la comunidad parroquial, siempre presente. Nos miramos con el padre Pablo y al mismo tiempo decimos: “¡Son cosas de María!”

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la Parroquia Nta. Sra. de Luján en Santa Fe – Argentina

Es también, una oportunidad para contarle, especialmente a los jóvenes en situación de calle, quién y cómo se llama Ella, Nuestra Madre, La Virgen de Lujan, que los ampara y les abre sus puertas, que en tantos lugares se las cierran. “¿¡Y quién es ese del cuadro que los vigila, que los mira raro!?” Y ahí nos encontramos guiándolos por el camino de la oración, diciéndoles, que el del cuadro es San Eugenio y que no se enoja, al igual que Jesús, sino que los mira y también los escucha.

La Heladera de María es su lugar, la posibilidad que tienen de ser escuchados, de tantas necesidades. Aprenden que un “Buenos días” y la alegría al recibirlos, les hace olvidar y sanar, aunque sea un poquito, el frío que pasaron la noche anterior.

 

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