The Missionary Oblates of Mary Immaculate serve poor and abandoned people in the United States and 70 countries around the world.

Al Servicio de un Refugio para los Sin-Techo

Publicado Originalmente en OMIWORLD.ORG

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Siguiendo el ejemplo del Papa Francisco que anima sin cesar a los seguidores de Jesús a buscar formas nuevas de llegar hasta los márgenes de la Iglesia y de la sociedad, la comunidad parroquial de Quex Road, Kilburn en Londres, ha hecho suya la labor de ayudar en un refugio para los sin-techo de la parroquia cercana de Cricklewood.

Comenzamos llevando comida una noche a la semana, pero pronto esto se extendió gracias al llamamiento lanzado en el Boletín de Quex. La generosidad de la gente de Kilburn es de resaltar. Ahora, como parroquia, ayudamos en Ashford Place tres noches a la semana. Cada noche cuenta con su propio equipo. Reina un gran ambiente en la cocina y en el comedor mientras colaboramos limpiando la vajilla, cortando las verduras, preparando los pollos, friendo salchichas o hamburguesas para tener lista la comida para un grupo de entre 17 y 27 hombres y mujeres.

Cada domingo por la tarde son los jóvenes del Club Juvenil deQuex y del Grupo de Confirmación los que se unen para ayudar a preparar la comida. Es fabuloso ver cómo estos jóvenes contribuyen de forma tan fantástica al proyecto. Algunas noches, después de la cena, cuando ya está todo limpio, tenemos clases de artes y artesanía, jugamos al bingo, participamos en clases de guitarra o simplemente nos sentamos y cantamos juntos. Algunas noches, los jóvenes preparan algunos dulces caseros para compartirlos al final de la cena.565-outreach-1

Con la ayuda de la plantilla de Ashford Place, los residentes buscan una casa de alquiler y, si fuera posible, un trabajo lo antes posible. Esto significa que hay un cambio significativo entre los residentes del Centro. Es maravilloso ver a los antiguos residentes volver para unirse a la cena con nosotros.

Los residentes provienen de numerosos países y hablan muchas lenguas. A veces el grupo es predominantemente musulmán y esto quiere decir que la mayoría de los alimentos deben respetar sus costumbres rituales. Lo que realmente sorprende cada tarde es ver el agradecimiento de esos hombres y mujeres para con los voluntarios. Realmente aprecian que estos desconocidos abandones sus ocupaciones para darles de comer y ganarse su amistad.

Los feligreses de la iglesia dan dinero cada semana para comprar los alimentos. Realmente se siente que la comunidad de fe apoya esta aventura. Es una forma práctica de llegar hasta aquellos que quedan en los márgenes de nuestra comunidad a la vez que marcamos la diferencia en este Año de la Misericordia y ayudamos a mantener viva la llama de la fe. (P. Terry MURRAY en Oblate Connections, Febrero de 2016)

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